Introducción: The Strongest ha marcado 14 goles (cero en contra) en las tres últimas victorias contra Guabirá en casa. El equipo de Escobar –cuestionado ya en la segunda fecha por parte de la dirigencia- está obligado a ganar y jugar bien, a mostrar una idea futbolística y exhibir sin tapujos su garra identitaria. El entrenador gualdinegro –que acostumbra a practicar a puertas cerradas- va a cambiar todo (de nuevo): chau línea de tres y chau dibujo 3-5-2 (con el que ensayó durante toda la pretemporada). Escobar vuelve a su sistema favorito, el 4-3-3, preponderante durante el torneo pasado.
Los hombres elegidos también son una sorpresa. La zaga es inédita: Saúl Torres y José Sagredo en los laterales con Valverde y Demiquel de centrales. La mitad de cancha también sorprende (por ofensiva, por la falta de marca): Castro de cinco con Cardozo y Ramiro Vaca a sus costados. En el tridente también hay novedades: Reina deja de ser el nueve y cae por la banda izquierda, Moisés Calero hace lo propio por derecha y Jair Reinoso aparece como “centre forward”. La banca es de lujo: Ortiz, Veizaga, Wayar, Campos y Clarke.
Nudo: la presión alta stronguista complica en demasía a la torpe zaga de Guabirá. En 20 minutos la estantería “azucarera” se cae a pedazos con un 2-0 en contra. El Tigre abre la cancha y aprovecha la velocidad de los colombianos arriba y el trabajo puntilloso de hormiguita de Moisés Calero, la grata aparición de una tarde soleada con un Siles casi vacío. Nuestra maravillosa dirigencia está logrando una cosa: alejar a la hinchada futbolera de los terrenos de juego. El tercer gol cierra una primera parte placentera, reconfortante para Escobar que recibe abrazos de sus dirigidos en cada tanto anotado.
Desenlace: como es de esperar, la segunda parte sobra. El Tigre levanta el pie y opta por la siesta. Los esperados cambios tardan pero llegan: y así vemos a Campos (por Rudy), el ex Oriente Ronaldo Sánchez (por Reina) y el panameño Ricardo Clarke (por Calero) que no juega de nueve sino por la izquierda a pie cambiado y complicado. Los últimos 20 minutos son para la reacción de Guabirá que busca el tanto del honor sin éxito. El próximo rival será Nacional Potosí y la pregunta es: ¿apostará de nuevo Escobar por el mismo planteamiento y los mismos jugadores?
Por Ricardo Bajo