Por Luci Araníbar (*)
Para el comienzo de la primera etapa de construcción de la planta nuclear -tomar nota, primera etapa- se necesitarán 300 millones de dólares en inversiones y se proyecta que la planta durará 50 años. Y la pregunta es: ¿con qué propósito en realidad?
El 19 de septiembre del 2017, el Gobierno boliviano firmó un acuerdo con el Gobierno ruso, a través de ABEN, la parte boliviana, y Rosatom, la compañía rusa encargada de la construcción e implementación de la planta nuclear en la ciudad de El Alto. Rosatom es una corporación del Estado de Rusia desde el 2007 dedicada a producir uranio y plantas nucleares.
El acuerdo para construir la planta nuclear en la ciudad de El Alto se firmó en Vienna, Austria, entre la directora general de ABEN, Hortensia Jiménez, y de parte de Rusia el director de Rosatom, Viacheslav Galushkov. Además de la presencia del director general de Rosatom, Alexey Likhachev, y el ministro boliviano de Energía.
De acuerdo a diferentes medios de prensa, Rosatom estará encargada de la construcción del centro, del entrenamiento del personal y del desarrollo de la infraestructura nuclear. También Rosatom estará a cargo de apoyar con el mantenimiento y la operación del mismo, así como de la cooperación científica. -En síntesis, a cargo de todo-.
Está dicho entonces que se instalará una planta nuclear a pesar de que la población y el futuro de las siguientes generaciones tiene prioridades y mayores necesidades como, por ejemplo, la garantía de dar agua potable saludable para sus habitantes. Y menciono el agua, puesto que una planta nuclear precisa de grandes cantidades de agua para su construcción y muchísimo más aún para el funcionamiento del mismo.
Considerando que somos un país con un nivel tan elevado de morbilidad y mortalidad infantil, justamente debido a la falta de agua potable en los domicilios. ¿No se podría haber considerado la idea de instalar, por ejemplo, una planta que garantice un desarrollo sostenible de agua potable y saludable?
A propósito, seguramente debiéramos preguntarnos: ¿de dónde se proveerá el agua para dicha planta nuclear? y ¿a riesgo de quiénes?
Pero más preocupante aún es la inconsistencia en la información y pongo aquí sólo unos cuantos ejemplos extraídos de las entrevistas de algunos medios extranjeros.
El director general de Rosatom, Alexey Likhachev, indicó al periódico Engineering News, que:
1. Será una planta de tecnología nuclear de avanzada. –Por el costo es lo menos que se puede esperar-.
2. Permitirá aplicar tecnología de radiación en diversas áreas incluyendo agricultura, industria y medicina. -Tomar en cuenta “agricultura e industria”-.
3. El reactor será controlado por enfriamiento de agua que incluirá un ciclotrón, un complejo de radio-farmacología, una instalación gamma para propósitos experimentales, varios laboratorios e instalaciones de ingeniería. -Bueno, no me dice nada, excepto que tengo que preguntar: ¿de cuánto de agua estamos hablando y de dónde?-.
4. Rosatom construirá la infraestructura nuclear, entrenará a los científicos y personal de ingeniería y proveerá apoyo en lo operacional y mantenimiento a lo largo de la existencia de la planta nuclear. -Si. ¡Por 50 años! Casi el mismo tiempo que estuvieron los americanos aquí, también con sus proyectos-.
5. Así mismo cooperará científicamente con el nuevo Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (CIDTN) -Y bueno…-.
Así mismo, el ministro Luis Sánchez informó al periódico Latin American Herald Tribune que:
1. El pacto tiene como propósito aconsejar al gobierno cómo educar a la población paceña sobre el tema de la iniciativa de energía nuclear, debido, indica el medio, al rechazo de la población de construir dicha planta.
2. El ministro también indicó, que se utilizará tecnología nuclear pacífica para la aplicación en medicina nuclear y el empleo de maquinaria para la “investigación geológica, proyectando en petróleo y gas -¿Investigación geológica? y ¿qué de agricultura e industria mencionado por Alexey Likhachev?-.
3. También el ministro comunicó en Moscú a la agencia de noticias oficiales ABI que Rosatom ayudará en el establecimiento del Instituto de Investigación Nuclear, incluyendo el entrenamiento de personal.
En fin. Vuelvo a leer las entrevistas de uno y otro lado y sólo veo inconsistencias en cuanto al propósito y al manejo que tienen ambas partes al respecto. No toco por ahora el tema de los desechos radiactivos porque ya no me da el alma. Mientras tanto, es mucho pedir que se nos pueda ilustrar de dónde se tendrá el agua para semejante proyecto y por supuesto: ¿cuál es el verdadero propósito de esta planta nuclear?
(*) Luci Araníbar es periodista.