Historia de la zona Villa Ingenio de El Alto

Por Abdón Zárate (*)

Plaza Elizardo Pérez y la iglesia Cristo Redentor. Foto: Abdón Zárate
Plaza Elizardo Pérez y la iglesia Cristo Redentor. Foto: Abdón Zárate

Construcción institucional desde su fundación

La zona Villa Ingenio fue fundada el 18 de febrero de 1978, se encuentra ubicada al norte del Distrito 5 de la ciudad de El Alto. Al igual que otras zonas, es producto de asentamientos en predios que previamente fueran de hacendados, en este caso particular de Adrián Castillo Nava. Producto de la Reforma Agraria en 1953, Castillo tuvo que entregar terrenos a 78 colonos (Quispe en Flores y otros, 2007), de los cuales son recordados algunos de los apellidos de los primeros comunarios como Mamani, Escobar, Tapia, Morales, Cori, etc., quienes fueron loteando los terrenos para urbanizarlos para heredar a su descendencia y en la mayoría de los casos para venderlos a los nuevos migrantes.

La denominación de “villa” es colonial, deviene de su ubicación, pues se encuentra al lado de la Cordillera donde hace muchos años atrás habría explotación minera, en esta zona funcionaba un ingenio donde se trataba todo tipo de material que salía de la mina. Por su ubicación topográfica la temperatura media es de 10ºC, dominado por el frío y el sol seco. La aridez de la tierra la hace un territorio estable para la construcción de viviendas, con afluyentes naturales de agua, que antiguamente fueran pozos naturales de generación de agua para el consumo, así como canales naturales de pequeños ríos que posteriormente fueron canalizados por sus habitantes.

Asimismo, en las primeras épocas este territorio estaba compuesto de extensos pajonales, donde los habitantes podían dedicarse al cultivo o la ganadería. Incluso la existencia de pequeñas lagunas naturales permitía que los niños puedan recrearse a modo de piscinas naturales. Actualmente, siguen existiendo espacios dedicados a cría de animales ovino, camélidos o vacunos, los mismos que servían no sólo para satisfacer la demanda de carne o lana, sino también para presentarlos como premio en las actividades deportivas, muy comunes entre sus habitantes.

Villa Ingenio, como todo barrio, fue creciendo desproporcionadamente, es así que en 1992 se organizó en cuatro unidades vecinales cada uno con su propia junta vecinal, a fin de permitir la gestión eficiente ante las instancias gubernamentales.

La extensión hacia el Norte junto a otras zonas con las que colinda como Tawantinsuyo, Villa Asunción, Mejillones y Tupac Katari, tiene que ver con la masiva migración, lo que hace de esta zona de una composición diversa. La migración campesina sería una de las características por las que adquiere identidad este barrio.

Mientras en “la zona Sur es rebalse de las ciudad, de otros departamentos y de clase media…la zona Norte es inmigración del campo a la ciudad” (Sandoval y Sostres, 1989, p. 35). Sus habitantes provienen de las provincias Omasuyos, Ingavi, Los Andes, entre los más sobresalientes.

Las raíces indígenas, puede claramente verse en la estructura organizacional, constituyendo, redes de parentesco y compadrazgo con fuertes lazos de hermandad. Esta construcción indentitaria se refuerza porque muchos de los primeros migrantes de provincias han permitido que familiares o paisanos puedan asentarse a los alrededores de un mismo manzano, construyendo amplias redes de colaboración colectiva. Con diversas profesiones como choferes, constructores, peluqueros, comerciantes, amas de casa y profesionales libres, buscan convivir solidariamente.

Estos mecanismos de cooperación son fundamentales para la construcción autogestionaria sobre las necesidades básicas como la salud, educación, agua, alcantarillado, áreas verdes, seguridad ciudadana, etc. Es la organización mediante los jefes de calle y la Junta de Vecinos con quienes se puede gestionar las demandas ante el municipio o el gobierno central.

Es indudable que los inicios de la urbanización de Villa Ingenio fueron posibles con el aporte de los propios vecinos, así como de financiamiento externo de ONGs, mediante programas de trabajo remunerado de mejoramiento de calles que luego fuera, también, implementado por los gobiernos.

Características geográficas y culturales

Los referentes culturales pueden verse en las denominaciones de las calles y avenidas que recuperan nuestra historia, ya sean personajes, hechos y grupos históricos: Bartolina Sisa, Avelino Siñani, Tocopilla, Ñancahuasu, Mojo, Copacabana, como ejemplos.

Los referentes topográficos de la zona Villa Ingenio son primero la Parroquia Cristo Redentor que, de ser una pequeña habitación, posteriormente, a inicios del siglo XX se construirá la capilla actual donde se celebran bautizos, matrimonios misas. La religiosidad indígena tiene matices, puesto que, así como se asiste a misa, también se prepara mesas a la Pachamama.

El transporte no puede olvidarse los pequeños rapiditos en los años 80, similares a los minibuses, pero que por la necesidad que contar con medios de transporte que permita transportar carga, se gestionó la llegada de los Buses Verde Lechuga 111 del sindicato de transportes Pedro Domingo Murillo, cuya parada inicialmente fuera al lado de la iglesia. A

Actualmente, se ha ampliado su radio de acción hacia las cuatro unidades vecinales, con los números 511 y 527, con distintos colores. Los minibuses se incorporaron con posterioridad, como fueron el 619, W, 313(z), 926(z).

La conexión con la ciudad de El Alto tiene en las avenidas Mariscal Santa Cruz, Laureano Machaca, Combaya, Juan José Torres, Luis Espinal, como medios de comunicación. Estas son las avenidas por las cuales pasan los medios de transporte público, con el cual necesariamente se moviliza su población, debido a que muy pocos cuentan con movilidad propia.

El deporte tiene en las canchas de tierra sus primeros espacios de esparcimiento de los habitantes de esta zona. Primero fue la cancha de tierra en el lugar de la plaza Elizardo Pérez, otra la que actualmente es de Cesped Sintético “El Ingenio D.1-U.V.2”, que inicialmente también fuera de tierra. Ambos espacios concentraron los fines de semana a los jóvenes deportistas.

Actualmente existen varios espacios deportivos como la cancha Bartolina Sisa, Pablo Zárate Villka, Juancito Pinto son espacios que los fines de semana siempre se encuentran repletos de deportistas, en cuyas canchas también puede verse a muchos jugadores de la liga profesional.

La educación tiene en las primeras escuelas Villa Ingenio, Litoral y Bartolina Sisa, como espacios de formación de la niñez. El Colegio Antonio Paredes Candia adquirió ese nombre el año 1992 aproximadamente, en reconocimiento al insigne escritor de varios libros, una de las cuales grafica directamente a la zona: “Ellos no tenían zapatos” (1989), novela que retrata la vivencia de los niños en Villa Ingenio, quien además vivía en la zona en la Av. Ludovico Bertonio. Actualmente, habita el lugar su hijo Dn. Huascar Paredes. Otros colegios que se consolidaron posteriormente son República de Cuba y Boliviano Portugal, que también forman a las nuevas generaciones de alteños y alteñas.

El Centro de Salud “Villa Ingenio” de la zona atiende con relativa regularidad a sus habitantes, puesto que, si bien inicialmente fuera de primer nivel, en la actualidad el mismo es de segundo nivel, donde diariamente los vecinos acuden para ser atendidos en distintas especialidades. Es importante recordar que, por la procedencia de sus habitantes, muchos primero suelen recurrir a los curanderos o médicos tradicionales, quienes suelen remitir a los centros cuando las enfermedades sobrepasan sus capacidades o habilidades.

El Cementerio de Villa Ingenio acoge a buena cantidad de fallecidos de la ciudad de El Alto, especialmente de la zona norte. Los héroes de octubre también tienen su espacio, aunque el mismo requiere mejoramiento estético por parte de la alcaldía. Al lado se encuentra el Relleno Sanitario que trata la basura generada en la ciudad de El Alto, el cual requiere un manejo técnico para evitar la contaminación ambiental.

Octubre de 2003

La historia reciente tiene en la “Guerra del Gas” a Villa Ingenio como el barrio que tuvo participación directa junto a otros barrios como Rio Seco, Villa Tunari, Tawantinsuyo, etc. Esta villa se opuso no sólo a las decisiones de entonces alcalde José Luis Paredes, que había intentado implementar los formularios Maya y Paya, referidos al incremento de impuestos, sino también a las intenciones del gobierno de exportar el gas hacia el exterior, olvidándose de la población boliviana.

Contra el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada se organizó a fin de rechazar sus políticas neoliberales que serían contrarios a los bolivianos, a cuya respuesta el gobierno arremetió con la fuerza militar para imponer un orden sin legitimidad, es en este escenario que surgirá el proyecto de la nacionalización, solicitado por el pueblo boliviano.

En las provincias y la ciudad de El Alto, la movilización fue contundente. El gobierno tuvo que responder sacando militares y tanques para acallar el reclamo de los alteños. Villa Ingenio fue víctima de la masacre del gobierno de Goni, en particular el día domingo 12 de octubre, cuando militares y tanques pasaron por el barrio arremetiendo con todo lo que encontraron a su paso.

La respuesta de los vecinos fue la organización mediante asambleas vecinales, cuya coordinación mediante los jefes de calle permitía una adecuada resistencia ante el gobierno, utilizando estrategias básicas como bloqueos de las calles con materiales, preparación de zanjas en los caminos para evitar el paso de tanques y protesta mediante los medios de comunicación.

La historia oral cuenta que en esos días, fueron 21 víctimas, muertos por proyectiles de bala, los velados en la plaza central, de los cuales 15 serían de la zona. Una de las últimas víctimas, el señor Juan Villca, quien viviera por muchos años con un proyectil en la cabeza, falleció recientemente, olvidado por el gobierno de turno. Hoy sabemos que son más de 60 víctimas, los cuales siguen reclamando por sus derechos humanos.

El sociólogo Pablo Mamani recuerda en sus estudios que: “Villa Ingenio, como se ha adelantado, se había convertido en el centro de la violenta acción militar, pero también es el espacio de organización de las acciones beligerantes dadas alrededor de la plaza Elizardo Pérez y la parroquia Cristo Redentor. La gente o los vecinos actúan de forma extraordinaria encabezados por sus dirigentes, el acompañamiento del cura Wilson Soria y la estructura de la iglesia para oponerse abiertamente a la intención de venta del gas por Chile” (2010, p. 284).

La organización en ese entonces fue encabezado por la FEJUVE, COR, CSUTCB, entre otros al cual la Junta de Vecinos a la cabeza de Santiago Mayta se sumó. La organización mediante las juntas vecinales permitió la participación activa hasta lograr la renuncia del presidente Sánchez de Lozada.

Noviembre de 2019

Durante el gobierno de facto de Jeanine Añez, la población de Villa Ingenio participó mediante marchas hacia la hoyada, en apoyo a las víctimas de la “masacre de Senkata”, ocurrido el 10 de noviembre. Mediante la junta de vecinos a la cabeza de Reynaldo Callisaya, se coordinó a nivel regional para evitar mayor derramamiento de sangre.

Recordando 2003, muchos vecinos en las asambleas apoyaban la necesidad de solidarizarse con las víctimas de Senkata, llevando algún apoyo, aunque sea mínimo. Estos días, los vecinos también salieron con barricadas y fogatas en puntos estratégicos para evitar el movimiento militar, recordando la experiencia histórica.

Bibliografía

Flores, J.; Herbas, I.; Huanca, F. (2007). Mujeres y movimientos sociales en El Alto. La Paz: Fundación PIEB, UPEA, CEBIAE, Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, Red HABITAT, Wayna Tambo, CISTEM.
Mamani, P. (2010). Microgobiernos barriales. 2da Edición. La Paz: la Mirada Salvaje/ Willka.
Sandoval, G.; Sostres, F. (1989). La ciudad prometida. La Paz: ILDIS/SYSTEMA.

(*) Abdón Zárate es filósofo y escritor alteño

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