El alteño Freddy Mamani, impulsor de la arquitectura andina, más conocida como «cholets», construirá un salón de fiestas para que sea exhibido en la Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo en París.
Mamani mostrará el colorido, la extravagancia y los detalles inspirados en la cultura prehispánica Tiahuanacota que son tan característicos de esta arquitectura y que principalmente se puede observar en El Alto, la segunda mayor urbe de Bolivia, situada a más de 4.000 metros de altura en el altiplano.
«El salón de fiestas va a tener las mismas características que realizamos (aquí), va a ser una réplica para mostrar al mundo que tenemos una arquitectura diferente a las demás», dijo a Efe Mamani.
Los «cholets» son ostentosas e imponentes construcciones de varios pisos que se caracterizan por las coloridas fachadas, que tienen diseños como la cruz andina que rompe con la monocromía del color ladrillo de la mayoría de las casas en esta ciudad andina.
Usualmente en el segundo piso están los salones de fiestas, que son una explosión de color por su extravagante combinación, con detalles en el techo que pueden ser flores, círculos u otros, y utilizan cantidad de luces.
Mamani contó que la Fundación Cartier realizó la invitación al impulsor de los «cholets», para que se exhiba esta arquitectura en un espacio de trescientos metros cuadrados dentro del edificio de esta institución en París, donde se realizan importantes muestras de arte.
«Me siento con mucha responsabilidad de llevar en alto a toda Bolivia y transmitir toda nuestra cultura, nuestra identidad hacia el mundo», señaló Mamani.
El arquitecto agregó que la próxima semana viajará hasta Francia para revisar el avance de la obra y estimó que en julio sea la inauguración de la exhibición.
Además, expresó que será una oportunidad para mostrar la riqueza cultural de Bolivia, ya que también se realizarán diferentes actividades que tienen que ver con música, gastronomía y moda.
Freddy Mamani tiene al menos un centenar de construcciones con este estilo, que se ha convertido en parte de la identidad de la ciudad de El Alto, ya que llaman la atención.
Esta arquitectura refleja el prestigio y poder económico de los dueños de las edificaciones, que usualmente son indígenas aimaras o que emigraron a las ciudades desde zonas rurales.
Esta arquitectura también ha sido fuente de inspiración para distintas diseñadoras bolivianas, que esta semana presentaron en La Paz diferentes colecciones que destacan el trabajo de Mamani.
De la misma manera, estas edificaciones son tan llamativas que en la ciudad de El Alto se erigieron rutas turísticas para visitar las fachadas.