Son cuatro niños y cuatro jóvenes adolescentes que en un mismo año perdieron a sus padres en diferentes circunstancias, no tienen comida, víveres , ropa, ni zapatos, lo único que piden es un poco de la solidaridad de la población alteña y paceña.
Han pasado meses desde la pérdida de sus padres y los más pequeños no paran de preguntar, ¿dónde está mi papá, donde está mi mamá?, mientras sus mayores no hallan consuelo ni la forma de explicarles la realidad por la que están atravesando.
“Mi papá y mi mamá se han muerto, nos hemos quedado solitos, mis hermanos necesitan alimentos”, afirma uno de los ocho hermanos mayores entre lágrimas y desesperación.
La anemia y el mal del riñón se llevaron a sus padres
Según el testimonio de los hijos mayores, la madre Eugenia Carvajal falleció en febrero de la presente gestión a causa de anemia severa y avanzada, donde los médicos, no pusieron hacer nada, “no pudimos seguir ningún tratamiento”, afirma.
Cual si la tragedia fuera menor, meses después, el padre Javier Callizaya, de oficio, técnico de futbol, también falleció por un mal que aquejaba a sus riñones, dejando a sus ocho hijos en completa orfandad sin ningún tipo de protección.
Los ocho hermanos tienen la edad de 2, 5, 8, 11, 13, 14, 16 y 18, los más pequeños intentando entender la ausencia de sus padres, y los mayores en busca de consuelo y una oportunidad de trabajo para encargarse de sí mismos y de sus hermanos menores.
En el caso del niño de 2 años, tiene mayores necesidades, pues aún no ha dejado los pañales y consume leche, el resto intenta sobrevivir el día con lo consigan los más mayores.
Adolescentes piden una oportunidad de trabajo
En el caso de los mayores, ellos piden a la ciudadanía una oportunidad de trabajo o de emprender en alguna actividad económica como la venta de salchipapas, ya que una de ellas, cuenta que tiene experiencia ayudando en un kiosco, pero le iría mejor si el emprendimiento es propio.
Día que pasa, ellos no tienen alimentos, la ropa se ha convertido en un lujo, ni que decir de las condiciones en que viven, pues entre todos habitan un solo cuarto cedido por un familiar, el mismo está sin puerta ni ventanas.
Los dos catres donde duermen hacinados se caen a pedazos, no tienen mesas ni otros muebles, pues el cuarto donde viven se ha reducido a una simple cocina, con dos catres completamente viejos.
La tía no puede encargarse de todos
Los ocho huérfanos quedaron bajo la tutela de su tía, que entre lágrimas pide ayuda a la población, ya que por su edad no puede hacerse cargo de sus sobrinos.
Tras conocerse la cruel realidad de los ocho hermanos, las redes sociales y medios de comunicación se han dado a la tarea de socializar el caso con el fin de conseguir apoyo a la familia desamparada.
Las personas, familias, empresas y todo aquel que quieran solidarizarse con los hermanos y brindar el más mínimo de los aportes, pueden comunicarse al número de celular 71926270.
Asimismo, la familia esperará las donaciones este sábado 19 de diciembre a partir de las 9:00 a.m. hasta las 15:00 p.m, en la puerta de CVC Canal 57, ubicado en la plaza Bolívar (al lado de la parroquia Cuerpo de Cristo) zona Villa Adela, El Alto.
