Mujeres aymaras incursionan a las redes sociales

Rompiendo cualquier tipo de prejuicio social y esperanzadas en mejorar su calidad de vida;  más de 40 mujeres aymaras de diferentes comunidades del departamento de La Paz decidieron incursionar en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s), gracias a la implementación de las Escuelas de Formación en TIC’s del Centro de Desarrollo Integral de la Mujer Aymara Amuyt’a (CDIMA).

Silveria Pacohuanca ingresó al mundo de las redes sociales y la radiocomunicación

El Alto, febrero de 2020 (CDIMA). – Para Silveria Pacohuanca, pobladora del municipio de Laja (La Paz), navegar en una cuenta de Facebook,  enviar fotos y hacer video llamadas a través del  WhatsApp, aún era un sueño alejado de la realidad, cuando en su juventud ni siquiera logró usar una máquina de escribir porque las tecnologías de la información y comunicación, en las áreas rurales del país, prácticamente eran inaccesibles.

Silveria es una de las centanares de mujeres aymaras que hoy navega por las redes sociales para chatear o enviar mensajes a sus amistades y visualizar fotografías, estados y videos para entretenerse.  Silveria aprendió estas habilidades en las Escuelas de Formación en Tecnologías de la Información y Comunicación del CDIMA donde, por primera vez aprendió a ‘tipear’ el teclado de una computadora y se volvió una experta en el manejo de las redes sociales.

Según cuenta, las redes sociales (WhatsApp y Facebook) son fáciles de manejar y le posibilita hacer nuevos amigos además de comunicarse con sus familiares que viven lejos con quienes puede “charlar” en cualquier momento del día además de compartir fotografías y vídeos.

Silveria, es una de las más de 40 mujeres aymaras del área rural de La Paz, que incursionaron en el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC’s’). Tiene 44 años de edad y se siente orgullosa de vestir pollera, y aunque posee algunas limitaciones por su bajo nivel de escolaridad -apenas concluyó el 5to de primaria­ – su interés por aprender a manejar un equipo de computación y las redes sociales lograron que accediera a un derecho fundamental en Bolivia: la educación.

Cuenta que nunca pensó usar una computadora o manejar las redes sociales, lo veía como algo imposible. Sin embargo, ahora, luego de jornadas de capacitación, su opinión es distinta. “He aprendiendo despacito, al principio fue un poco difícil, pero he podido aprender, ahora incluso manejo bien el Facebook y las redes sociales, quiero aprender más”, dice sonriente al ser entrevistada.

Poco a poco, la emoción le cambia el tono de voz y sus ojos se de puro sentimiento. “Me emociono –justifica- yo quiero aprender más, no hay edad para estudiar y yo quiero seguir aprendiendo, cuando era niña soñaba con ser profesora de matemáticas”, afirma.

Acceso a las TIC’s en Bolivia

La Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de la Informacion y Comunicación (AGETIC), dependiente de la vicepresidencia del Estado, presentó los resultados de la Encuesta Nacional de Opinión sobre Tecnologías de la Informacion y comunicación (TIC), realizado el 2017, en el que devela algunos datos sobre las brechas digitales existentes en nuestro país.

Según esa información en el área rural el 91 por ciento posee un televisor, el 87 por ciento cuenta con un teléfono móvil, el 84 por ciento posee una radio y sólo el 19% de los bolivianos que viven en el área rural tienen acceso a una computadora.

Limitado acceso

Los datos arrojados por esa encuesta demuestranque en las áreas rurales de Bolivia el acceso a las tecnologías de la información y comunicación aún se encuentran restringidos, opinó Alicia Canaviri, directora del Centro de Desarrollo Integral de Mujeres Aymaras, institución que trabaja en la formación de mujeres indígenas  en TIC’s.

“Si sólo el 19 por ciento de los pobladores del área rural tienen acceso a una computadora, imagínense, el número de mujeres indígenas que acceden a este derecho es muy reducido, puesto que en el campo las mujeres seguimos siendo relegadas y discriminadas”, dijo.

Añadió que a esto se suma que “las mujeres rurales enfrentan varios retos y es difícil para ellas dar prioridad al uso de las TIC porque ellas tienen menos tiempo disponible y menos posibilidades de utilizar los servicios que ofrecen las tecnologías de la información y comunicación”.

“Para la mujer es muy difícil, el tiempo no alcanza, hay que cuidar a las ‘wawas’, hay que cocinar, hay que atender al marido, en fin hay mucho que hacer y a veces las hermanas no se dan ‘tiempito’ para ellas mismas”.

Asimismo afirma que “las mujeres cuentan con menos ‘platita’ para utilizar las TIC, ellas prefieren invertir su dinerito en alimentación”, sostuvo.  Complementó además que las mujeres del área rural, en su mayoría, tienen un bajo nivel de escolaridad, situación que las perjudica, de sobremanera porque no adquirieron los conocimientos suficientes para el manejo de las tecnologías, puesto que el acceso a las TIC’ son herramientas  que nos dan  poder y contribuyen al desarrollo”.

Finalmente, Canaviri resaltó la importancia de las TIC’s para impulsar a que mujeres indígena originario campesinas se conviertan en generadoras de información, se empoderen y promuevan  el ejercicio de sus derechos para hacerle frente  a las brechas digitales de género.

Algunos testimonios

Los diferentes testimonios de los beneficiarios de esta política educativa brindan un panorama amplio y alentador en la eliminación de las brechas digitales de género en Bolivia.

Con voz entrecortada pero con la mirada firme, Ignacia Alcón, ama de casa Y pollerera de oficio , cuenta que la primera vez que llegó al CDIMA no pensaba en estudiar; pero lo hizo por influencia de una de sus paisanas, quien le dijo que sería bueno para su futuro y la convenció. “Yo tenía mucho miedo porque había tocado una computadora—relata en aymara—. Pero la profesora con paciencia me ha enseñado”, afirmó.

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