Consejo consultivo de Fejuve El Alto: La unidad ante todo

“La Unión hace la fuerza”, sentencia un antiguo adagio. Frase que actualmente, se acomodaría como una especie de invocación a la realidad social y dirigencial alteña.

La división que a la fecha se advierte en las organizaciones sociales alteñas, y particularmente, en las juntas vecinales, sólo conducen a la satisfacción de las expectativas personales y de los partidos políticos, condiciones que fracturan el ansiado desarrollo de la Ciudad de El Alto, y a sus instigadores, la historia será la encargada de rubricar sus nombres y sus acciones en las “páginas negras” de la trayectoria histórica de la Ciudad de El Alto, tal como ocurrió con los aventureros dirigentes de hace casi de 20 años.

La dirigencia en principio de la Sub Federación de Juntas Vecinales, y posteriormente de la Federación de Juntas Vecinales de la Ciudad de El Alto, entendieron y con letras mayúsculas, que la unidad y sólo la unidad vecinal, le permitió, entre otros, la creación de la Sub Alcaldía (1970), la Ley 728 que creó la Cuarta Sección de la provincia Murillo (1985), la Ley 1014 que elevó a rango de Ciudad a El Alto (1988), el funcionamiento de la Universidad de El Alto -hoy UPEA- (1989), etc. etc., logros de los que hoy gozan los alteños.

Los integrantes del Consejo Consultivo de la FEJUVE DE El Alto, constituido por los ex presidentes de la Gloriosa FEJUVE y algunos dirigentes vecinales, recuerdan con notoria nostalgia a la organización matriz de otrora, y manifiestan su marcada preocupación y, se retome los principios constitutivos que dieron origen a la FEJUVE, hace casi 6 décadas.

Los actuales dirigentes y la mismas dirigencias vecinales, están en la obligación de iniciar una intensa y profunda reflexión acerca de esta nada agradable situación social, que irremediablemente, la conduce a la postergación y al freno del desarrollo de la Ciudad de El Alto, porque la necesidad alteña, no sólo debe conformarse con los teleféricos, sino con emprendimientos industriales e infraestructuras de notoria envergadura, como lo experimentan los municipios orientales, que decidieron expulsar los comportamientos divisionistas, y el desarrollo se abrió paso, apresuradamente.

Este 16 de julio, aniversario departamental de La Paz, debería constituirse en una fecha, para reorientar definitivamente el devenir alteño, porque el ansiado desarrollo, sigue postergándose y con seguridad seguirá así, si nos entusiasmamos con la censurable división.

SIEMPRE SE PUEDE, CUANDO SE QUIERE. EL ALTO DE PIE, NUNCA DE RODILLAS

Ciudad de El Alto, julio del 2021

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