Crisis del poder vecinal en la ciudad de El Alto

Por Abdón Zárate (*)

Fejuve El Alto. Foto: El Alto Digital

Introducción

Los inicios de la ciudad alteña hay que rastrearla desde los años 40’s, pues la misma se inició como una de las laderas de la ciudad de La Paz. Es gracias a la lucha vecinal que será reconocida como la Cuarta Sección de la Provincia Murillo, mediante Ley Nº 728 de 6 de marzo de 1985, por el Congreso Nacional. La presente gestión se celebra los 38 años de fundación, con una de sus instituciones más longevas en plena crisis institucional.

La población se caracteriza por la masiva migración desde los diferentes rincones del país, el mismo que fuera generado por la sequía en las provincias, la crisis económica en el país y la relocalización masiva de mineros, producto del Decreto 21060. Estos rasgos se han modificado, habiendo actualmente muchos alteños nacidos en esta ciudad.

Los datos numéricos dicen que, según el último Censo de 2012, el departamento de La Paz tenía una población de 2.706.351, de los cuales 843.924 eran de la ciudad de El Alto, una población mayor a la hoyada y las provincias. Según los datos actualizados, las proyecciones del INE para la gestión 2022 fueron que El Alto llegaba a 1.109.048 habitantes. Los vecinos están distribuidos en 14 Distritos, entre urbanos y rurales, aunque ambos elementos conviven en todos los barrios de esta ciudad de las alturas.

Participación política vecinal

La participación política refiere al conjunto de actos y actitudes dirigidos a influir sobre las decisiones de los detentadores de poder (Pasquino, 20112) en una sociedad, que también puede orientarse a la transformación estructural del sistema político. Los vecinos están determinados fácticamente hacia la participación política. El ejecutivo del Distrito 5, Reynaldo Callisaya, decía en idioma originario: “Aka ente vecinal thaqhañapawa mä suma qamaña, mä suma irnaqasiña. Aka Federación de Juntas Vecinales irnaqañapawa cívicamente, proyectonaka thaqhañataki, mä suma qamañataki, kunaymani irnaqañas utjañapataki [Este ente vecinal debe buscar el vivir bien, el buen trabajo. Esta Federación de Juntas Vecinales tiene que trabajar cívicamente, para buscar proyectos, para vivir bien, para que haya diversidad de trabajos]” (31/12/2022).

Muchas villas, barrios y urbanizaciones se han constituido de manera autónoma, pues son los mismos vecinos quienes han gestionado la satisfacción de las necesidades más básicas como el agua potable, el alcantarillado, la salud pública, la educación fiscal, las áreas verdes, el adoquinado de avenidas, etc., generando un involucramiento complementario entre los habitantes. Es desde estas realidades que se han constituido en actores políticos determinantes en momentos históricos específicos del país, y en la actividad cotidiana ha podido desarrollar su acción política mediante el mecanismo participativo del poder vecinal, que tiene sus propias formas de manifestación en la cultura política alteña.

Federación de Juntas Vecinales de El Alto (FEJUVE)

La FEJUVE es una “organización territorial de carácter cívico vecinal” constituido por las juntas vecinales que son la representación territorial en el municipio de El Alto. Se caracteriza por practicar la democracia participativa a fin de lograr la participación activa en la gestión de proyectos en beneficio de la colectividad. La democracia participativa se ejerce mediante la participación vecinal en la formulación y decisión sobre asuntos que beneficien a los habitantes del barrio, zona o villa.

La fuente del poder que legitima su accionar esta en cada una de las “asambleas vecinales”, generando una relación directa con la población mediante una política activa, a través de la composición del Comité Ejecutivo con liderazgos activos, conformando cada una de las carteras por un “presidente de la junta vecinal en vigencia”, generando una relación directa con las bases.

Entre los requisitos para integrar el Comité Ejecutivo está el “ser vecino/a residente de la ciudad de El Alto, no menos de 5 años, documentalmente demostrado” (Art. 31, inciso b), lo que hace de esta institución determinante la ocupación de una vivienda como el “mecanismo identificador de pertenencia a una junta de vecinos, anclando en lo territorial la fuerza unificadora de personas de condiciones socio-económicas distintas” (García, Chávez y Costas, 2004, p. 599). Es importante la calidad de habitante de una zona para constituirse en potencia de la Junta Vecinal.

La asamblea vecinal

La participación activa en una Junta Vecinal tiene a la asamblea vecinal como el espacio de democracia directa, como recurso de autogestión de las necesidades básicas para vivir dignamente. La lucha constante por la satisfacción de las necesidades vitales permitió construir una solidaridad entre los vecinos, constituyéndose en la base de la organización vecinal. Una organización que ha construido una institución muy propia de los alteños, que es desde donde se van gestando las decisiones más trascendentales para cada uno de los barrios, e incluso para todo el país.

La asamblea vecinal se constituye en la fuente matriz de la acción colectiva de la comunidad, pues es a través de ella que los habitantes pueden realizar una serie de actividades en beneficio de la zona, villa o barrio. La asamblea vecinal es la fuente central del poder vecinal. Cada barrio realiza deliberación semanal y/o mensualmente, sobre distintos temas, los cuales son elevados por las juntas vecinales hacia una institución matriz para emitir una posición institucional a nivel ciudad para ser considerado como posición oficial de la ciudadanía alteña. El centro de acopio de las decisiones barriales es, sin duda, la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (FEJUVE).

El poder vecinal

El horizonte histórico visibilizado por la comunidad alteña no se puede comprender si no es a través del poder vecinal subyacente a cada una de las acciones de lucha social. Esta institución política permite poner de manifiesto nuevas formas de administración del poder en el ámbito vecinal. El poder vecinal puede ser entendido como: “La interrelación de energías complementarias dentro de la estructura institucional vecinal orientado por la “voluntad-de-vivir-dignamente” en el que se consensuan obligaciones vinculantes entre los vecinos de manera concertada para lograr participación en la toma de decisiones y la distribución de bienes colectivos en beneficio de la zona, villa, barrio, municipio, departamento o país” (Zárate, 2015, p.12).

El Estatuto Orgánico en su presentación por el Secretario de Actas de la FEJUVE, Víctor Hugo Galarreta, reconoce la potencia del poder vecinal: “A más de treinta y cuatro años de lucha institucional por el PODER VECINAL entramos al nuevo milenio para asumir nuevos desafíos, como el de fortalecer la institucionalidad de más de 400 juntas vecinales” (2001, p. 8). El reconocimiento institucional de esta fuerza cívico vecinal es importante en la medida en que los representantes de la FEJUVE comprenden su rol en este espacio de poder.

La dirigencia vecinal actual también reconoce la potencialidad explicativa de esta categoría en la cultura política alteña. A la pregunta: ¿Se puede hablar de poder vecinal como una forma de ejercicio del poder político por los vecinos de la ciudad de El Alto?, nos responde tácitamente: “Evidentemente, de manera implícita está ligado a un ente político donde se mide la fuerza para colocar un representante, ya sea a nivel nacional, departamental o municipal” (Roberto Misme. Presidente de Junta Vecinal, Villa Ingenio. 19/02/2023).

La “fuerza para colocar un representante” es la manifestación práctica del poder vecinal. El poder individual se manifiesta en la acción colectiva como poder vecinal. La relación de los vecinos se da por la potencia que les es inherente a cada uno de sus integrantes, los cuales deberán canalizar esta fuerza en beneficio de la zona o incluso hasta lograr centralizar reivindicaciones nacionales. Ejemplos de esta irradiación de lo local a lo universal pueden ser comprendidos en los movimientos generados en Villa Ingenio en 2003 o en Senkata en 2019, barrios que irradiaron sus reivindicaciones locales a nivel nacional.

Crisis institucional de la dirigencia vecinal

La dirigencia vecinal vive, actualmente, un momento de crisis institucional, pues se manifiesta una lucha de fracciones dirigenciales que incluso han forzado a desestructurar la FEJUVE, constituyéndose actualmente la Fejuve Sur y Fejuve Norte. Este fraccionamiento institucional ha logrado fragmentar el poder vecinal centralizado en la FEJUVE para diluirlo en sectores regionalizados, que a futuro incluso podría generar diferenciaciones que los separe más que unirlos.

La lucha por acceder a espacios de poder ha generado enfrentamiento entre vecinos de distintos distritos y zonas, orientados por la toma del poder de la FEJUVE. En esta lucha de fracciones dirigenciales se puede ver las distintas disputas por la toma de los ambientes de la FEJUVE ubicado en la Av. 6 de Marzo en plena Ceja de El Alto. Cada una de las fracciones busca legitimar su accionar tomando los ambientes de la institución, así como generando los mecanismos legales para su establecimiento como Comité Ejecutivo.

El fraccionamiento ha permitido el surgimiento de distintas cabezas que se arrogan la representación de la ciudad de El Alto. Haciendo seguimiento de las acciones de los supuestos ejecutivos de la FEJUVE, tenemos las siguientes presentaciones en los medios de comunicación:

1. “Nicacio Ríos expulsa de la Fejuve a sus 2 amigos” (El Alteño, 23/12/2022).

2. “Samuel Ureña consolida su Comisión de Poderes” (El Alteño, 15-16/01/2023)

3. “Fejuve de El Alto liderada por Pablo Daza desconoce a Samuel Ureña” (Radio San Gabriel, 10/01/2023).

4. “Fernando Rivero presidente de la FEJUVE informa sobre la aprobación del presupuesto para la gestión 2023” (Vos Tv. Revista Matinal El Pueblo Informa, 20/09/2022).

Esta fragmentación del poder vecinal en varias cabezas (Nicasio Ríos, Samuel Ureña, Pablo Daza y Fernando Rivero) genera un debilitamiento de la fuerza organizativa de la institución. Los líderes vecinales que presumen representar a toda la ciudad de El Alto realizan sus actividades en la clandestinidad, pues no se conoce una oficina en el que realicen gestión pública. Se han atomizado en distritos específicos, generando poderes locales como hongos, que no permiten visibilizar el poder vecinal latente.

El que mayor presencia tiene es quien realiza coordinación en la gestión pública con la alcaldesa, esa parece ser el caso de Fernando Rivero. El gobierno municipal, en este caso, tiene expedito el camino para la implementación de sus políticas sin un control social unificado de los vecinos alteños. El ejemplo es la implementación de la resolución administrativa DATM/019/2022 de 10 de noviembre de 2022 y DATM/01/2023 de 10 de enero de 2023 sobre la “actualización de la escala de valores de tasas municipales para trámites y servicios” en aplicación de la Ordenanza Municipal 077/2005, luego de 18 años y en cumplimiento a la ley nacional 2434, que ha generado cierto malestar en la población alteña, a la falta de socialización de la norma por el municipio.

Algunos sectores consideran que es la aplicación de un “impuestazo”, tema sobre el cual se han manifestado aisladamente algunos sectores, como fuera el caso de Futecra. Algunos sectores afines a la alcaldía respaldan la medida, mientras que otros la rechazan. No existe unidad en la posición sobre el tema desde la vecindad alteña

Los intereses grupales por detentar el poder son los que fraccionan a la institución vecinal. El pedido es unánime en la vecindad alteña, por eso el presente titular es gráfico: “Distrito 7 de El Alto pide Congreso de Fejuve sin “dinosaurios”” (Eju.Tv., 12/01/2023), pues son los antiguos dirigentes quienes estarían buscando perpetuarse en los cargos de esta institución.

La dirigencia vecinal actual reconoce el fraccionamiento institucional: “Los anteriores y los actuales dirigentes cambian de presidente como si fueran casinos y por causa de eso la ciudad de El Alto sigue postergada. Ellos se dedican a cambiar presidentes y no se encargan de los proyectos macro como hospitales de tercer nivel, unidades educativas, embovedados, agua, luz y demás proyectos que necesitan los vecinos” (Yhonny Onori, Dirigente de Distrito 7, Eju.Tv., 12/01/2023). “Las razones del divisionismo es a causa de pugnas e intereses personales de un pequeño grupo; dentro de ellos está la injerencia política” (Roberto Misme. Presidente de Junta Vecinal, Villa Ingenio, 19/02/2023).

Estas apreciaciones son parte del sentir de la comunidad vecinal, pues se considera que la posibilidad de gestionar políticas públicas desde el municipio, la gobernación o el gobierno nacional sólo será posible si se constituye un Comité Ejecutivo único de la FEJUVE, que tenga toda la legitimidad en cada uno de los 14 distritos del municipio. Para llegar a este cometido debe superarse la “injerencia política” por los partidos políticos, que fracciona a esta institución. La legitimidad del poder vecinal en la FEJUVE permite, a esta institución, constituirse en la máxima expresión de la “voluntad de vivir dignamente” dentro de la ciudad de El Alto, pero por ahora, no esta cumpliendo este rol por la crisis institucional vigente.

Bibliografía

García, Álvaro; Chávez, Marxa; Costas, Patricia (2004). Sociología de los movimientos sociales. La Paz: Diakonía/Oxfam.

Pasquino, Gianfranco (2012). “Participación política, grupos y movimientos” en
Doce lecturas fundamentales de Ciencia Política de Irene Delgado y Lourdes López. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.

Zárate, Abdón (2015). El poder vecinal en la ciudad de El Alto. El Alto: ALFROPRI.

Documentos

ESTATUTO ORGÁNICO – FEJUVE EL ALTO, aprobado el 7 de julio de 2001.

Entrevistas

Reynaldo Callisaya Alanoca. Ejecutivo de la FEJUVE D-5 (31/12/2022).
Roberto Misme Lucana. Presidente Junta Vecinal de Villa Ingenio U.V.2.
(19/02/2023).

Medios de comunicación

Eju. Tv.
Vos Tv.
El Alteño
Radio San Gabriel

(*) Abdón Zárate es filósofo, presidente de la Asociación Boliviana de Filosofía (ABOF) y docente en la Universidad Pedagógica.

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