Limber Franco escribe sobre la Wiphala y aclara que las movilizaciones en su defensa, fueron legítimas durante los primeros 3 días

Limber Franco. FOTO: Facilitado por el autor

Desde pequeño creció identificado con la wiphala, por sus raíces aymaras y la serie de usos y costumbres que hacen a esta cultura; y desde hace cinco años, por la importancia que iba adquiriendo la multicolor, se puso investigar lo que hay detrás del símbolo.

“Hace cinco años escribí un artículo sobre el tema a partir del auge político que fue adquiriendo en la ciencia política, leí varios artículos de deferentes autores, me dediqué a investigar y me encontré con  varios datos estéricos, folclóricos, kerus, tejidos tiwanakotas semejantes a la wiphala”, describe Franco Limber, autor de libro “Wiphala”.

La investigación hubiera tomado su tiempo, hasta que el 10 de noviembre de la pasada gestión, tras la renuncia del expresidente Evo Morales, varias personas, de forma equivocada, relacionaron a la bandera con un partido político e intentaron eliminarlo de la sociedad, logrando todo lo contrario, pues el pensamiento de miles de personas lo vio como un hecho retrograda, de eliminación de todo cuanto se había alcanzado con la multicolor, “la inclusión social”.

“He participado en las movilizaciones del 10, 11 y 12 de noviembre, un movimiento ciudadano no político, donde varios que se sentían representados en la wiphala por su identidad aymara, rostro, cultura; pero lastimosamente los días posteriores el movimiento fue perdiendo su esencia de defensa del símbolo para convertirse en algo más político”, expresa.

Refutación historia

Limber se apartó de las movilizaciones de ese entonces y decidió refutar lo que verdaderamente hay detrás del símbolo con argumentos históricos, además de personajes que poco a poco fueron introduciéndolo a la sociedad.

“Encontré varias teorías sin base histórica e incluso que llegó junto a los españoles, guiado por la idea de refutar las críticas e ideas racistas con un trabajo histórico, en medio de un ambiento donde lo político era lo que primaba concluyendo de que la wiphala de hoy no es la misma que del siglo pasado”, continúa.

Conclusión

Limber, tras una investigación ardua, llegó a detectar varios sucesos históricos en la historia del país, donde flameaba la multicolor, donde siempre coincidió, el carácter  de rebeldía, antisitémico y anticolonial de diferentes movimientos, concluyendo que más allá de su carácter indigenista y cultural está el tema de la identidad, pues el día en que quemaron la wihapala, miles de ciudadanos, en especial de la ciudad de El Alto sintió que quemaron su pensamiento, rostro, lengua y otros elementos que hacen a su ser.

Si bien, el símbolo fue utilizado en las jornadas de noviembre para actos negativos y reñidos con la ley, Limber aclaró que su defensa fue legitima durante los primeros días de movilización, posteriormente, fue instrumentalizado por un partido político, que nuevamente, bajo el discurso indigenista, utilizó a varios ciudadanos para continuar pero, ya con intereses más particulares y políticos.

“En el libro se demuestra que la movilizaciones del 10, 11 y 12 de noviembre fueron legítimas, pero hemos visto bastantes  personas que crearon violencia agarrando el símbolo, personas de  mal vivir, hasta que aparecieron los malos dirigentes que se adueñaron de la movilización para pedir el retorno de Evo Morales”, añadió.

Físicamente, es una tela de varios colores, pero al igual que los símbolos patrios de cada país, fue adquiriendo valor gracias a su incluso en varios hechos históricos, representa a toda una colectividad, las luchas indígenas de personajes icónicos.

“Gracias a que muchos se identifican en la wiphala podemos decir que los alteños conocemos y construimos nuestra propia historia y lo defendemos. No solo representan al mundo aymara sino a otras naciones como los quechua, guaranís e incluso colectivos de otros países se han apropiado  del símbolo”, finalizó.

Sobre el libro

Franco espera presentar su libro el próximo 9 de noviembre, un año después de la quema del símbolo que desató una lucha social, que terminó produciendo cambios históricos para el país. El autor describe el propósito del libro de la siguiente forma:

a) Hacer conocer la historia objetiva de la wiphala basándose en elementos históricos en base a referentes puntuales apartando elementos imaginativos.

b) Aclarar dudas para quienes buscan conocer la construcción de la wiphala moderna utilizada hoy como símbolo del mundo indígena.

d) El pilar fundamental del libro se concentra en la exposición de los elementos ideológicos que reside en la wiphala, poniendo énfasis en el contenido político y el valor que tuvo para las grandes movilizaciones indígenas.

Estructura del libro:

Primera parte: Se expone los inicios históricos de la wiphala, desde la época tiwanakota, pasando por la colonia, la república, hasta la primera mitad del siglo XX.

Segunda parte: Se describe el valor de los movimientos indianistas con relación a la wiphala, quienes fueron los difusores del símbolo asignándole la esencia política que hoy mantiene. También señala esta sección, el rol de la wiphala en los levantamientos aymaras del año 2000 y el 2003, que en posterior el símbolo fue instrumentalizado por un partido político.

Tercera parte: Describe y analiza, los sucesos acaecidos en torno a la quema de la wiphala, su significado, las implicaciones políticas y sociales de este suceso.

Cuarta parte: Trata de refutar las ideas y argumentos que van en desmedro de la wiphala como símbolo de larga data, solventándose en fuentes primarias y referencias históricas que responden a los intentos de desprestigiar la wiphala. También contiene un breve análisis de lo que significa la wiphala en la sociedad boliviana.

Sobre el autor:

Franco Limber Nacio en la ciudad de El Alto, aymara, Licenciado en Ciencia Política y Gestión Pública por la Universidad Mayor de San Andrés, Diplomado en Educación Superior, UMSA. Miembro actual del grupo académico “Jichha”. Fue Coordinador del Centro Cultural de Arte y Cultura (CENAR-PROC), ex-Coordinador del Concejo Municipal de la Juventud de la ciudad de El Alto (CMJ-EA), fue miembro del extinto Movimiento Indianista katarista (MINKA), fue conductor del programa radial “Tierra que Piensa”, autor de varios artículos y trabajos relacionados con la historia de los pueblos indígenas en diferentes medios de difusión

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