El obispo de la ciudad de El Alto, monseñor Giovanni Arana, afirmó que la Iglesia Católica es otro de los sectores duramente afectados por la pandemia del coronavirus, ya que desde la suspensión de las actividades, ellos también lo hicieron y no perciben recursos económicos por concepto de celebraciones de sacramentos o las tradicionales eucaristías de fin de semana.
“Una gran parte de los ingresos con que contaba la Iglesia Católica era para hacer servicios a la comunidad, la cual ha sido duramente afectada, porque al no haber misas, los estipendios han bajado, han sido un golpe muy fuerte por meses, donde no hubo ningún tipo de celebración”, afirmó el represente de la Iglesia Católica de la ciudad de El Alto.
El obispo manifestó que en la medidas de sus posibilidades están intentando acompañar las medidas de restricción que aún persisten, pero hay gastos que continúan corriendo como los servicios básicos, el cual sí o sí deben pagarse.
Trabajo en comunidad
El representante de la Iglesia Católica convocó a la ciudadanía y las comunidades católicas en general a solidarizarse con las diferentes capillas de su jurisdicción para retomar de manera conjunta las actividades solidarias.
“Llamamos a la comunidad para que los cercanos a los sacerdotes o iglesias puedan realizar trabajo en comunicad y nos podamos ayudar entre todos. Todos fuimos golpeados por la pandemia, pero podemos unirnos para salir de las dificultades”, añadió.
Entre los servicios suspendidos debido a la falta de ingresos por la celebración de las misas de domingo, los sacramentos, entre otros, están el cierre de guarderías, centros de apoyo a la ciudadanía y servicios de comedor.
“Es un golpe muy duro en el apoyo que brindamos a la gente”, sostuvo.
El obispo recalcó que más allá cuantificar recursos que se puedan obtener por parte de la comunidad católica, se sienten más afectados porque la falta de recursos ha parado sus actividades solidarias.
Retorno a la normalidad
El católico informó también que dependiendo de las medidas que las autoridades nacionales, departamentales y municipales vayan tomando en relación a la restricción, la Iglesia Católica, poco a poco ira intentando retornar a la normalidad.
Entre tanto, queda vigente la celebración de la tradicional eucaristía de fin de semana, bajo estrictas normas de bioseguridad.
“Vamos a acatar todas las disposiciones a nivel del Estado, Departamento y Municipio, una vez que se libere todas las restricciones que implican aglomeración de gente, nosotros iremos abriendo nuestros servicios a la comunidad. Poco a poco se está normalizando las celebraciones eucarísticas cumpliendo las normas de bioseguridad y el uso de elementos de desafección”, aseveró.
El obispo recalcó que las celebraciones de diferentes sacramentos que conllevan fiestas grandes en locales continúan suspendidas y en caso de haber insistencia por parte de las familias interesadas, la recomendación es la no realización de fiestas grandes que implique aglomeración de personas.
“Por ejemplo, el bautismo o el matrimonio conlleva una gran fiesta, pero nosotros no queremos entorpecer las restricciones por la pandemia, en ese sentido algunos sacramentos no están llevando adelante las fiestas acostumbradas”, finalizó.
Sucesor de Scarpellini
El monseñor Giovani Arana fue nombrado por el Papa Francisco, a mediados de julio de la presente gestión como el nuevo Administrador Apostólico de El Alto, tras el deceso por coronavirus del obispo de esa Diócesis, Eugenio Scarpellini.
La autoridad de la Iglesia Católica no se salvó de contraer el Covid-19. Sin embrago, logró recuperarse y ahora rige la Diócesis de El Alto hasta la toma de posesión del nuevo obispo.
