Son exdirigentes vecinales que viven en diferentes zonas y urbanizaciones de la ciudad de El Alto, que desde su organización vecinal o a título personal luchan contra la injusticia social y claman por el desarrollo de la urbe ante las autoridades del Gobierno en turno.
Antes que afines o militantes de algún partido político, ellas se definen como activistas sociales de la lucha por la recuperación de la democracia, dispuestas a todo para defender el interés del pueblo alteño a costa incluso de su bienestar físico.
Fanny Nina
Entre ellas está la expresidenta de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) Juana Fanny Nina Colque, descubrió su vocación por la política como dirigente vecinal.
En 2014 fue candidata a la presidencia del Estado por la agrupación ciudadana Nueva Alternativa Popular (NAP), conformada por ex miembros del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Fue presidenta de la junta de vecinos del Distrito Municipal 5 de El Alto, fue invitada por la agrupación ciudadana Soberanía y Libertad (Sol.Bo) para postular a la Alcaldía alteña.
En el proceso electoral del 2019 intentó postular como diputada por Comunidad Ciudadana (CC) junto a Carlos Mesa, renunciando por temas personales.
Sin embargo, la ahora activista no renuncia a la denuncia constante a las equivocaciones de las autoridades en el Gobierno en turno e intenta ser la voz de la ciudadanía de a pie.
Este rol le ha llevado a tener enemistades en su propia zona, por lo que ha cambiado las conferencias públicas, explotando su red social, desde donde expresa sus demandas.
Rosario Panoso
Otra de las destacadas activistas alteñas es la presidenta de la Coordinadora de Defensa de los Derechos de la Mujer y Familia, Rosario Panoso, a quien solo la pandemia del coronavirus pudo callar.
Pese a ello, dice estar dispuesta a todo con tal de defender la democracia, y si en el proceso debe perder la vida lo hará, con el fin de garantizar mejores días a las nuevas generaciones.
“Las mujeres que estuvimos en los hechos de Octubre Negro de 2003 estamos aquí. Si tenemos que morir morimos, no vamos a perder nada, pero sí vamos a dar algo a este país: la libertad, vivir en democracia, garantizar el derecho a la libertad de pensamiento”, sostuvo durante los últimos conflictos sociales del pasado año.
La activista defiende los principios y valores morales de la familia, el respeto a los derechos de las mujeres así como el medio ambiente.
Si bien los últimos resultados de las Elecciones Generales la han desmoralizado, ella no pierde la esperanza de que vengan mejores días para el país.
Guadalupe Daza
Finalmente está la exdirigente vecinal y ahora activista Guadalupe Daza, quien concluye la carrera de Derecho para armarse los argumentos necesarios afín de luchar contra la injusticia social.
Daza se ha convertido en la constante voz de fiscalización a las autoridades en turno.
El pasado año salió a las calles junto a diferentes sectores para denunciar el fraude del pasado proceso electoral, posteriormente pidió la pacificación del país, en medio de fuertes convulsiones sociales.
Al igual de Nina, la activista usa su red social para pedir obras y proyectos de desarrollo para la ciudad de El Alto.
También para que las autoridades nacionales y subnacionales cumplan con su rol de trabajar por el país y la ciudad.
