La ciudad de El Alto cuenta con 57 atractivos turísticos, de los cuales 11 son miradores que ofrecen excelentes vistas de La Paz, Achocalla, del nevado Huayna Potosí y alrededores de la urbe, sin embargo cinco de ellos están totalmente abandonados.
De acuerdo con información de la Dirección Municipal de Competitividad e Innovación de la Alcaldía alteña, dichos miradores son: Mirador Alto Lima, Sagrado Corazón de Jesús, Faro Murillo, Virgen Blanca, Tejada Alpacoma y Atipiris, que cuentan con infraestructura edificada durante las gestiones de Fanor Nava y Édgar Patana.
También están las terrazas naturales de Apacheta Jilarata, Siete Lagunas, Jamp’athu Waka, Kaque Marka y Viscacha, que no tienen ningún tipo de edificación y en algunos casos los caminos de acceso no fueron objeto de mejoras para facilitar el acceso de turistas.
Braulio Aquino, guía turístico de la agencia Maya Tours, señaló que las visitas a los miradores ubicados en los distritos 13 y 10 son hechas a solicitud de los turistas, sobre todo los extranjeros, pero lamentó que al llegar al lugar el único atractivo es que no haya inversión en ofrecer servicios agregados al visitante, como ser caminatas o camping.
Reacciones
La concejal del Movimiento Al Socialismo (MAS) Nancy Mamani señaló que hay mucho descuido por parte de las autoridades en torno al incentivo a la actividad turística, porque la comuna sólo destinó Bs 150 mil para este rubro, de acuerdo con la programación presupuestaria de la gestión 2017.
“El Alto es una ciudad con un potencial enorme hablando de turismo, pero lastimosamente las autoridades no trabajan para incentivar esta actividad, una muestra es que los miradores en El Alto están totalmente abandonados”, señaló.
La legisladora alteña observó que es necesario habilitar predios para la observación y también para brindar alimentación y descanso a los turistas, pero estas obras no se ejecutan.
“Tampoco hay la voluntad de mejorar los miradores que sí tienen infraestructura porque éstos también están abandonados, como es el caso del Mirador Atipiris, ubicado en el Distrito 8, que se convirtió en un sitio frecuentado por bebedores consuetudinarios y malvivientes, que cometen fechorías en el lugar”, señaló.