Morales participó en toda la celebración eucarística que estaba presidida por el obispo de El Alto y secretario de la Conferencia Episcopal de Bolivia, monseñor Jesús Juárez. El Mandatario escuchó y miró atentamente todo lo que pasaba a su alrededor, incluso se persignó al inicio del acto litúrgico.
Lo anecdótico de todo esto fue el recibimiento que tuvo el Presidente en las puertas de la Clínica Fides, ubicada en la zona Ballivián, Distrito 6 de la urbe alteña. A penas descendió del vehículo que lo transportaba, recibió del cura Pérez una cachetada en su mejilla izquierda, al percatarse éste que no fue una actitud correcta, inmediatamente acarició el rostro del gobernante con sus dos manos para disimular lo que había hecho.
Ante este gesto, el presidente Morales sólo esbozó una sonrisa y luego ingresó a la clínica para participar de todo el acto que había sido programado para la inauguración de las obras de remodelación y ampliación de este centro médico.
Tras la cachetada en el rostro y escuchar misa del obispo Juárez, miembro de la jerarquía católica boliviana, Morales decide donar una ambulación a la Clínica Fides, con lo que concluyó el acto en medio de sonrisas y abrazos. (Erbol)