Fanor Nava, alcalde de El Alto: “Comprobé que el Gobierno no ordenó sacarme y retorné”


El Alto, oct 30, 2009.-El alcalde de El Alto, Fanor Nava, volvió ayer a ejercer sus funciones, después de estar 10 días refugiado en la ciudad de Potosí.



Nava dice que decidió retornar porque se enteró de que recibió apoyo en los distritos vecinales y porque comprobó que el Gobierno no había instruido sacarlo del cargo.



Ayer fue recibido con guirnaldas, aplausos e, incluso, fue alzado en hombros. Considera que estos momentos son críticos y que lo que queda es “acercarse entre todos” para continuar con la gestión edilicia.



Anuncia que buscará un acercamiento con los dirigentes de la Central Obrera Regional (COR), quienes fueron los más críticos con su retorno.



En una entrevista con La Prensa cuenta algunos pormenores acerca de cómo huyó de la huelga de hambre, por qué decidió renunciar al cargo, cómo volvió y qué espera para el futuro.



—¿Por qué inició la huelga de hambre contra el Gobierno si el Movimiento Al Socialismo (MAS) posee gran apoyo en esa ciudad?



—Hay que aclarar algunas cosas. La última reunión fue la consecuencia de varias que tuvimos en casi todos los distritos, en todos ellos los vecinos exigían una versión del recorte del presupuesto de 56 millones de bolivianos, tanto del municipio como del Ministerio de Economía.



A ninguna de las reuniones asistió el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, y por eso se decidió, en un ampliado de todos los presidentes de los distritos de El Alto, solicitar su presencia. Como no asistió, la gente reaccionó y determinó la huelga de hambre en la que teníamos que estar los concejales y el Alcalde. No ha sido una decisión que tomaron los presidentes de los distritos por lo sucedido ese día, sino fue una consecuencia que tenía sus antecedentes de tres semanas antes.



—¿No pudo, acaso, rechazar su ingreso en la medida de protesta?



—Evidentemente, debí haber rechazado ingresar como una parte más de la huelga de hambre. Debí, tal vez, continuar insistiendo institucionalmente la solución, sin embargo es muy difícil estar dentro de los ampliados vecinales con todos los presidentes de la ciudad de El Alto, y se dio así, de esa forma.



—Durante estos días se escucharon críticas de por qué la huelga del Alcalde y los concejales fue en la sede de Fejuve.



—Sí, en ese momento debí haber planteado mejor el tema o pude haber hecho algún acercamiento con el ministro Arce, pero él comenzó a darnos con todo. Dijo que teníamos saldo en caja y banco, los 115 millones de bolivianos que posee la Alcaldía, pero que están comprometidos para Desayuno Escolar (191.407 estudiantes) y los bonos Wawanakasataki (64.454 beneficiarios) y Nayraru Sartañataki (15.546 beneficiarios).



—La toma de Fejuve o el desalojo a los huelguistas fue entre las 13.00 y las 16.00; quedó una gran incógnita, ¿cómo escapó usted?



—Decidí huir cuando hablé con mi director de Seguridad Ciudadana (teniente coronel Edson Sanjinés) y le dije: “Coronel, tiene que despejar porque están avasallando”, y él me respondió: “No tenemos orden de despejar”, y los policías estaban a 80 metros de donde estábamos.



Ocurrió a la una de la tarde. Dije entonces: “Acá hay una intención contra mi persona”. Y escapé por la ventana de la planta baja. Gracias a Dios había un compañero, que no quiero dar su nombre, quien resistió mi caída. Abrí una puerta de calamina y pude alejarme de la zona de conflicto.



—¿Hubo alguna agresión contra usted en la calle?



—No, aunque hubo personas que lanzaron piedras.



—¿Por qué decidió presentar su dimisión al cargo?



—Se va a presentar un momento en que vamos a poder analizar lo ocurrido con más tiempo. Hay algunos temas que no quisiera, en estos momentos críticos que tenemos que acercarnos entre todos, dar más detalles.



Sin embargo, en un momento me hicieron ver que yo era un elemento que más bien conflictuaba a El Alto y esta ciudad se perjudicaba conmigo como Alcalde.



En ese momento, me dije, si es así, jamás voy a permitir que por mí se enfrenten los alteños y que, por mí, El Alto pierda financiamiento; y lo mejor, en ese caso, fue dar un paso al costado.



—En su carta de renuncia usted explica que renunciaba para “evitar una guerra fratricida”, ¿a qué se refirió?



—A que iban a ocurrir enfrentamientos entre instituciones, pero no por mí sino porque los vecinos iban a decir a mí me tienen que garantizar el cumplimiento de tal obra o si no ya verán. Entonces, era un escenario que se pintaba muy difícil.



—Se supo que durante estos días estuvo en Potosí, ¿en qué momento decidió retirar su carta de renuncia?



—Sí, estuve ahí, pero siempre me mantuve informado de lo que ocurría en El Alto.



El domingo 25 me informaron que habían concluido reuniones distritales, y en su mayoría decidieron que yo tenía que concluir mi mandato. El lunes 26 hicimos un seguimiento más riguroso e incluso hablé con alguna gente que me pidió mi posición. Esa actitud me robó el corazón, me hizo sentir muy bien a mí y a mi familia porque los sacrificios que uno hace todos los días, de alguna forma, eran reconocidos. Yo pensé que esa gratitud de la gente no podía tener otra respuesta que seguir trabajando por El Alto.



—¿Usted se presentará para las elecciones de Alcalde de abril de 2010?



—En mi vida pública para que tome una determinación de seguir sirviendo ya no va a ser personal. Hemos aprendido mucho en estos días; una decisión que tenga que ver con mi continuidad hay que preguntar a los verdaderos jefes; he aprendido que los verdaderos jefes son los vecinos, esa gente que nos ve, saluda y critica. Pero, primero, llegaremos a diciembre, aún falta mucho.



—¿El Órgano Ejecutivo influyó en su salida?



—Comprobé que desde el Palacio nunca hubo una orden de sacarme de la Alcaldía. Eso también me motivó a volver.

—Después de que su vida estuviera en riesgo, que sufriera una crisis emocional con hipertensión cardiaca debido a la forma como tuvo que escapar y que soportó la presión de la COR para que renuncie, ¿continuará apoyando al presidente Evo Morales y al MAS?

—Sí, sin dudas que lo haré, seguiré apoyando al presidente Evo Morales con el cambio, seguiré apoyando al proceso de transformación porque este proceso es una demanda histórica.



—¿Qué va a hacer con la posición de la COR, que insiste en que usted no siga como Alcalde?



—Planteo reunirme con el secretario ejecutivo de la COR, Édgar Patana, para escuchar sus demandas.



—¿Continuará con su lucha para que a El Alto no le recorten los 56 millones de bolivianos?



—Sí, quiero reunirme con el ministro de Economía, Luis Arce, y buscar una alternativa de solución. No le guardo rencor a nadie. Quiero pedir a la gente que me ayude y permita trabajar por El Alto. Hace 10 días que no se trabaja y eso es mucho tiempo.



Vecinos aplauden a la autoridad



Desde las 07.30 de ayer, el alcalde Fanor Nava retomó sus funciones. Primero se dirigió al terreno donde quedará la nueva Subalcaldía del Distrito 7. Ahí recibió el apoyo de la dirigencia, que le pidió que concluya las obras programadas en el año.



Varios de los presentes participaron con él en la huelga de hambre por el recorte del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y se alegraron por verlo sano.



“El médico me ha diagnosticado hipertensión cardiaca y debería estar en reposo, pero he venido a trabajar porque El Alto necesita acelerar las obras retrasadas”, afirmó Nava, quien después fue levantado en hombros por los vecinos.



Después, la autoridad municipal (médico de profesión) se dirigió a la infraestructura de una fábrica abandonada en el Distrito 5, donde quedará instalada la Subalcaldía.



“Agradezco a Dios , a mi familia, a los vecinos y a la prensa por haber tratado este tema con la prudencia que necesitaba”.



A las 11.30 se dirigió a su despacho, a pocos metros del cruce a Viacha, sobre la avenida 6 de Marzo.



Ahí fue recibido por los trabajadores y gente de a pie que se sumó de manera espontánea a aplaudirlo.



Dos trabajadoras le colocaron guirnaldas y otra vez fue cargado en hombros, y así ingresó en su despacho. (La Prensa)

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