Durante los últimos cinco años el Estado gastó aproximadamente 1.900 millones de dólares en la subvención a los carburantes, pues el Gobierno destina 380 millones de dólares anuales para este cometido.
Ante semejante inversión una ex autoridad de Hidrocarburos, un analista y un representante de la Gobernación de Santa Cruz creen que se debe dejar de subvencionar el diesel, la gasolina y el gas licuado de petróleo para frenar el contrabando y tener mayores ingresos para el Tesoro General de la Nación.
El ex ministro de Hidrocarburos Guillermo Torres dijo a Página Siete que no hay forma de frenar el contrabando y que incluso en la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) los representantes de los países de la región que la lucha contra el contrabando en general es imposible y no se lo puede controlar.
“El contrabando es tan terrible que económicamente se está desangrando el país y es necesaria la nivelación de los precios pero de manera gradual para que no efecte de golpe a la población”, dijo Torres, al señalar que esta nivelación debe ir acompañada a un buen incremento salarial para que la gente no sienta de golpe un posible “gasolinazo”.
Por su parte el analista económico Alberto Bonadona consideró que el Gobierno está anticipando que subirán las tarifas de los carburantes y por eso emite spots publicitarios en los que explica cuánto gasta el Estado en la subvención a los carburantes, y la pérdida que genera al país y además el cómo se benefician los “malos bolivianos” que se dedican al contrabando, según la propaganda .
“Se tienen que sincerar las tarifas, a pesar del efecto que pueda tener en la agroindustria y al transporte”, aseguró Bonadona.
El spot señala que mientras el litro de diesel en Bolivia cuesta bolivianos 3,72 centavos, la diferencia en Brasil es de bolivianos 12,14 centavos, en Chile bolivianos 7,39 centavos y en Perú a bolivianos 6,89 centavos.
El jueves pasado el ministro de Hidrocarburos, Luis Fernando Vincenti, tras salir apresuradamente de una entrevista en la Red Erbol aseguró que “los spots obedecen a tratar de poner restricción al contrabando”.
De igual modo el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, señaló la semana pasada que en el Gobierno no tiene pensado, ni menos presupuestado, un aumento en el precio de los carburantes. “El tema de la subvención de hidrocarburos no ha sido agendado ni en el Conape ni en el gabinete”.
El último incremento a las tarifas de los carburantes se dio el 30 de diciembre de 2004 mediante el Decreto Supremo 27959. Y en ese entonces el ministro de Hacienda, Luis Carlos Jemio, explicó que la decisión le reportaría al Tesoro General de la Nación unos ingresos de 251 millones de dólares (2.022 millones de bolivianos) anuales.